Las placas aislantes se proveen de fábrica con un acabado de mortero adherido a su superficie.
El aislante térmico tiene la función de lastre y también de capa de acabado permitiendo así que sea transitable.
Se realizan las juntas abiertas facilitando el desagüe tal como en el pavimento flotante. Es un sistema de mantenimiento sencillo y fácil reparación pues solo levantando algunas baldosas es posible acceder sin inconvenientes a las zonas afectadas.
La pendiente oscila entre el 1% y el 5%.